Acelerar la transición del modelo económico de consumo de recursos lineal, vigente desde la Revolución Industrial (Recurso – Producto – Residuo) a un modelo de economía circular (Recurso – Producto – Reciclaje – Recurso) constituye una de las urgencias económicas, políticas y sociales para acercarnos a los objetivos de sostenibilidad marcados por las agendas de los principales gobiernos y organismos internacionales. Este nuevo paradigma va encaminado a la preservación del planeta y de sus recursos naturales para generaciones futuras.
La economía circular requiere cambiar desde el diseño de los productos, a los sistemas de embalaje, transporte y distribución, hasta su uso. Finalmente, pone el foco en el reciclaje o reutilización (que deben estar pensados en clave de sostenibilidad para reducir los residuos que generamos y maximizar la utilidad y el reaprovechamiento de los productos y los elementos que los componen).
Se prevé que el impacto de la economía circular en Europa generará 1,8 billones de euros en 2030, según un estudio elaborado por McKinsey, SUN y la Fundación Ellen MacArthur, y avalado por la Unión Europea.
Marco europeo del tratamiento de residuos
Evitar y reducir la generación de residuos es uno de los principales retos de la economía circular. En este entorno, el proyecto de Ecoplanta se adapta a la legislación vigente. La Directiva de Residuos Europea (2008/98/CE) establece la prevención de residuos como principio imperante y promoviendo la reducción, reutilización y reciclaje de residuos, resta prioridad a la valorización energética y contempla los vertederos como la última opción en su tratamiento. En este sentido, los objetivos europeos para 2035, prevén que los vertederos solamente supongan el 10% en el tratamiento de los residuos y la incineración un 25% mientras que el reciclaje y la valorización material deberán suponer un 65% de este tratamiento.
El proyecto Ecoplanta ha sido uno de los siete proyectos preseleccionados en los European Innovation Fund de entre más de 300 proyectos a gran escala presentados, por su contribución a la lucha contra el cambio climático. Específicamente, la tecnología de gasificación ha sido destacada por su innovación, su disminución de emisiones de carbono y su grado de escalabilidad.
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